historiasderodrigo

lunes, septiembre 13

EL ENCUENTRO CONTINUA




Aun estaba yo en la Clínica

Había salido del peligro, o por lo menos eso creí yo. Estaba en la pieza 213 en el Segundo piso del Hospital del Trabajador.

Aquí pasan cosas extraña. No las puedo explicar. Esta como cargado este lugar. No se si era bueno o malo, pero que pasaba algo pasaba. Así lo veía entonces.

Cuando estaba en la cama de repente entro por la puerta un hombre.

Me dijo que era un obrero de la mies, más parecía chofer de micro o mecánico por el olor a aceite de automóvil que traía, que agricultor

Me mandaron a buscar tus dos mochilas, me dijo.

A que mochilas te refieres?

No tengo idea. Fue su respuesta.

Solo se que tienes 2 mochilas que debes entregar.

De que me estas hablando? Lo único que me faltaba que un loco me viniera a ver.

Llame a la enfermera y le pedí que se llevara a este loco.

Se me había olvidado lo que había pasado durante le periodo que estuve en la UCI.

Los médicos me dijeron que había llegado sin signos vitales a la Clínica, y que luego de que me aplicaron electroshock, a los cuales no respondí y me dieron por muerto. Como seguía conectado a la maquina que registra los signos vitales. Luego que me dieran por muerto esa dichosa maquina volvió a funcionar ya que mi corazón volvió a latir.


Cuando mis hijos me relataron lo que había ocurrido me acorde del sueno o de la experiencia vivida, no se sinceramente que fue. Dicen que cuando uno esta muriéndose el cerebro al dejar de recibir oxigeno provoca visiones de tipo religiosas o milagrosas. Pensé que eso me había pasado.

También me acorde de que junto a mí, en el momento en que estaba delante de ese Señor imponente, que ordenaba como El quería, que a mi lado había otra persona. Al principio no lo conocí, pero después al mirarlo bien me di cuenta era el Johny. Estaba vestido de una ropa blanca y resplandeciente y tenía un cinto tipo presidente de la republica el que decía vencedor. El cinto de un rojo carmesí impresionante que resaltaba del fondo blanco, nunca he visto un blanco así.

No le preguntaron su nombre, le dieron uno nuevo.

El camino por el que el entro ante el Trono era del mismo color del cinto

Tampoco le preguntaron si era digno de estar allí. Los mismo guardianes que después me expulsaron lo condujeron como un gran señor delante de una mesa hermosamente preparada.

Si a el le dieron eso, que me darían a mi. Pensé. Ya que yo soy mejor que el. Yo lo conocía, y no le había ganado nunca a nadie. Era un simple pintor.

Luego de eso fue que hablo conmigo, me pregunto todo lo que relate anteriormente y que dio como resultado mi expulsión.

De todo esto me acorde y desesperado llame a la enfermera para preguntarle sobre el loco que venia a buscar las 2 mochilas, el que parecía mecánico y que el se presento como campesino.

Ella no lo conocía.

Ya se dije. Llamen al Johny el debe saber. Tengo mi número en el celular.

Le pedí a mi hijo que me pasara el celular. Marque el número. Nadie atendía.

A la tercera vez alguien me contesto. Era la esposa de Johny.

Le pedí hablar con su marido. Ella me dijo que el Johny no podía contestar. Le llamo mas tarde, le dije.

Usted no me comprende. Me replico. Al Johny lo sepultamos la semana pasada.