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miércoles, noviembre 10

EL ENCUENTRO


Aquella noche me dormí muy cansado

Cuando desperté me encontré delante del Rey de reyes, el Soberano de los soberanos

¿Me pregunto quién era?

A lo que yo conteste, era lo único que me quedaba, mi nombre.

“¿Por que estas aquí?”

No supe responder

“¿Cual es tu merito?”

Me acorde que siempre andaba con dos mochilas una en que echaba mis meritos mas preciados y otra que echaba las cosas que me avergonzaban.

Había trabajado entre leprosos en un tiempo y había vendado sus heridas, aquellos trapos lo quemábamos luego de usarlos; eran Trapos de Inmundicia.

Aun llevaba mis dos mochilas; le mostré las de mis meritos.

A lo que el respondió. “¡Abridla!”.

Al abrirla noté que mis mejores obras eran como aquellos trapos de inmundicia que solo merecían el fuego.

La cerré avergonzado.

Me equivoque pensé. Pero cuando abrí la de mis vergüenzas, ésta apestaba. Había sangre inocente, había odio, falta de perdón, envidias, adulterios, deseos vergonzosos, mentiras, sobre todo mucho orgullo.

No tengo nada.

Descubrí que no tenia ningún merito para estar ahí.

Llamo a sus guardias de su justicia y santidad.

“¡Echadlo afuera!”. Fue su orden.

Cuando estaba siendo arrojado a un hielo que te cala los huesos y a una oscuridad más negra que la noche desperté asustado

Había abierto mis ojos. Ahora estaba en la UCI, conectado al respirador de la Clínica, donde mis hijos me habían llevado


EL ENCUENTRO CONTINUA


Aun estaba yo en la Clínica

Había salido del peligro, o por lo menos eso creí yo. Estaba en la pieza 213 en el Segundo piso del Hospital del Trabajador.

Aquí pasan cosas extraña. No las puedo explicar. Esta como cargado este lugar. No se si era bueno o malo, pero que pasaba algo pasaba. Así lo veía entonces.

Cuando estaba en la cama de repente entro por la puerta un hombre.

Me dijo que era un obrero de la mies, más parecía chofer de micro o mecánico por el olor a aceite de automóvil que traía, que agricultor

Me mandaron a buscar tus dos mochilas, me dijo.

A que mochilas te refieres?

No tengo idea. Fue su respuesta.

Solo se que tienes 2 mochilas que debes entregar.

De que me estas hablando? Lo único que me faltaba que un loco me viniera a ver.

Llame a la enfermera y le pedí que se llevara a este loco.

Se me había olvidado lo que había pasado durante le periodo que estuve en la UCI.

Los médicos me dijeron que había llegado sin signos vitales a la Clínica, y que luego de que me aplicaron electroshock, a los cuales no respondí y me dieron por muerto. Como seguía conectado a la maquina que registra los signos vitales. Luego que me dieran por muerto esa dichosa maquina volvió a funcionar ya que mi corazón volvió a latir.


Cuando mis hijos me relataron lo que había ocurrido me acorde del sueno o de la experiencia vivida, no se sinceramente que fue. Dicen que cuando uno esta muriéndose el cerebro al dejar de recibir oxigeno provoca visiones de tipo religiosas o milagrosas. Pensé que eso me había pasado.

También me acorde de que junto a mí, en el momento en que estaba delante de ese Señor imponente, que ordenaba como El quería, que a mi lado había otra persona. Al principio no lo conocí, pero después al mirarlo bien me di cuenta era el Johny. Estaba vestido de una ropa blanca y resplandeciente y tenía un cinto tipo presidente de la republica el que decía vencedor. El cinto de un rojo carmesí impresionante que resaltaba del fondo blanco, nunca he visto un blanco así.

No le preguntaron su nombre, le dieron uno nuevo.

El camino por el que el entro ante el Trono era del mismo color del cinto

Tampoco le preguntaron si era digno de estar allí. Los mismo guardianes que después me expulsaron lo condujeron como un gran señor delante de una mesa hermosamente preparada.

Si a el le dieron eso, que me darían a mi. Pensé. Ya que yo soy mejor que el. Yo lo conocía, y no le había ganado nunca a nadie. Era un simple pintor.

Luego de eso fue que hablo conmigo, me pregunto todo lo que relate anteriormente y que dio como resultado mi expulsión.

De todo esto me acorde y desesperado llame a la enfermera para preguntarle sobre el loco que venia a buscar las 2 mochilas, el que parecía mecánico y que el se presento como campesino.

Ella no lo conocía.

Ya se dije. Llamen al Johny el debe saber. Tengo mi número en el celular.

Le pedí a mi hijo que me pasara el celular. Marque el número. Nadie atendía.

A la tercera vez alguien me contesto. Era la esposa de Johny.

Le pedí hablar con su marido. Ella me dijo que el Johny no podía contestar. Le llamo mas tarde, le dije.

Usted no me comprende. Me replico. Al Johny lo sepultamos la semana pasada.



Al saber que Johny estaba muerto sentí un frío que recorría por la espalda

Y un calor en mi cabeza. Sentía frío y calor a la vez.

Mire a mis hijos y les dije: Es verdad, es verdad, no era un sueno, no era un sueno.


Sentí un dolor indescriptible en mi pecho que había comenzado en mi brazo izquierdo y luego perdí el conocimiento.

Desperté, y ya estaba en la misma cama; escuchando una conversación de mis hijos con el doctor. En la que les decía que el peligro ya había pasado; pero que estaba de cuidado.

¡El peligro había pasado! ¿Como?

¡Si no encuentro a ese huevón que se cree campesino y que se presento como obrero de la mies, el peligro no va a pasar! ¡Necesito encontrarlo! Pensé.

Mis pensamientos nacían del miedo y de la rabia. De saber que estoy en un peligro que solo yo puedo entender.

Mis proyectos de vida ya no importaban. Mi anhelo de que mi empresa crezca un 30 % mas y que nuestros ingresos se dupliquen este ano. Ya no importaba si ganaba o dejaba de ganar.

¿Mis mochilas? ¿Que significarían? ¿Cuales eran?

Nunca me he considerado un ateo. Me asumía mas un agnóstico. Si existía Dios, no era relevante para mi. En mi realidad o en la construcción que hice de ella, Dios no estaba; y como cada uno construía su propia realidad, en mi mundo Dios no cabía. Mientras no se metiera conmigo, yo no me metería con el. Pero... Pero Dios ahora se había metido, o yo me metí con El?.

Cada uno es constructor de su propia realidad. Eso es lo que me enseñaron. Ya que yo no tengo acceso a la realidad tal cual. Pero si Dios fuera el Constructor de la Realidad y ¿yo le hubiera robado ese derecho a Dios? ¿Y si tuviera acceso a la realidad construida por Dios?

Esas eran las preguntas que ahora surgía.

Mi fe o la ausencia de ella, yo decía que no necesitaba creer, solamente tener confianza en el trabajo duro y así se sale adelante. Pero ahora esa creencia no me servia. Me había enfrentado con otra realidad. De una que estaba adormecida ante mis ojos.

Le dije a mis hijos se buscara a la enfermera.

La llamaron.

Cuando llego me di cuenta que no era la que había atendido, en realidad, echado al campesino. Solo ella sabia del campesino que parecía mecánico.

Le pregunte por la otra persona. Me miro triste y me dijo que había chocado hace una semana en su auto. Se paso un semáforo en rojo.
Había quedado bien. Pero cuando el otro chofer vio lo que había ocurrido se bajo del auto y la comenzó a retar de tal manera que ella colapso; comenzó a convulsionar. Ahora estaba en la UCI con un coagulo en su cerebro.





Sentado en la sala de espera

Miraba como gente pasaba. Lo único que sentía era miedo.

Cuando mis hijos me hablaban acerca de que tenia que estar contento de tener gente que me amara y a que yo los amara, sentía aun mas miedo; tanto por ellos como por mi.

Miedo, mucho miedo.

El doctor les recomendó a mis hijos que me llevaran a un psiquiatra para que me viera.

Por supuesto que yo me opuse. Si yo era agnóstico respecto a Dios, lo era también respecto a los hombres, en especial los así llamados de la salud mental.

Me opuse absolutamente.

Una amiga me recomendó que fuera hablar con un cura que ella conocía y que le había ayudado mucho con su hijo.

Después de tanto insistir fui donde el.

Cuando estuve en su oficina. Me pareció muy amable. Alguien diria "un hombre de Dios".

Le hable todo lo que me había pasado. Del sueno o de la experiencia con la muerte que tuve.

No entendí por que le decía "hermana muerte"; para mi siempre ha sido una enemiga que se ha llevado a mis seres amados.

Tampoco entendí a lo que se refería con la caridad de Dios; menos cuando me hablo de......., ni siquiera me acuerdo. Pero si entendí que no tenia ninguna respuesta. Por lo menos respuestas a mis preguntas.

Le pregunte si es que existía Dios, entonces donde estaba su justicia. Por que hay tanto sufrimiento, y El era tan ajeno a esto. Le pregunte por que Dios condenaría a alguien como yo. En realidad me di cuenta que mis preguntas ya no eran de un agnóstico. Un agnóstico no pregunta estas cosas; ya que no hay nadie a quien preguntarle.

Sin embargo lo que recuerdo muy bien fue el abrazo que me dio al terminar de hablar. Eso me quebró. Me puse a llorar como un niño en los brazos de su padre. Fue reconfortante. Allí me dijo que tenía que buscar a la Santísima Virgen Maria en todo esto.

Al otro día de este encuentro, mi amiga me llama llorando y desesperada. Su hijo se había intentado suicidar colgándose de un árbol que estaba en el patio de su casa. Ella lo sorprendió cuando estaba a punto de tirarse de la silla a la que se había subido.

El hijo no le había querido decir, pero el cura en el que se había apoyado durante tantos anos había abusado de el durante el ultimo ano.

No solo me dijo eso; sino que además ese mismo cura había sido su amante hace 3 anos y nunca había entendido el por que había terminado con ella.

Luego me entere de que fruto de esa relación hubo un embarazo, pero que finalmente había abortado y que el señor padre había pagado.

¡Cura degenerado!

De algo estaba seguro, si así son los "hombre de Dios", prefiero ser un hombre sin Dios





Durante algún tiempo no he escrito nada.

Los negocios, las deudas, los cobros, los pagos, los ejercicios bancarios, los amigos, las comidas, los descansos, los trabajos y muchas otras cosas mas. Me mantuvieron ocupados. Hasta al punto de olvidarme del Encuentro.

Pareciera ser que hubiera un plan orquestado por alguien para que me olvidara de lo que en un momento llego a ser el centro de mi vida. Es tan genial el plan que el olvidar se toma tan normal como beber o comer.

Que me hizo recordar?

Algo tan sencillo como tomar una micro.

Hace anos que no lo hacia. El auto lo había llevado a mantención. Para volver a la oficina me subí a la micro. Pague mi pasaje. Me costo encontrar las monedas y termine pagando con un billete de cinco mil pesos. Me dieron vuelto puras monedas. Me pareció chistoso.

El chofer me pidió disculpa por ello. Yo no le respondí.

Me fui a sentar en un asiento que estaba solo. La música dentro de la micro sonaba algo conocida. Decía algo así como que mi búsqueda termino cuando te encontré. Parecía una canción romántica, pero terminaba hablándole a Dios.
Al fin llegue a mi parada, cuando me voy bajando el chofer dice algo que al principio no entendí, pero después me hizo sentido. "El Señor lo bendiga" fue lo que dijo. Yo no supe que decir, así que le respondí "Igualmente"

Al bajarme y mirar al chofer me di cuenta que aquel hombre que manejaba la micro era el loco que me había ido a hablar a la Clínica. Era el que se había presentado como obrero de la mies.

Apenas me di cuenta quise hablarle, pero el cerro la puerta de acceso y de inmediato se fue.

Fue entonces que me acorde de todos mis temores y de lo vivido.
Reinicie mi búsqueda.






El otro día en mis hora de ocio comencé a buscar en Internet experiencias similares a las mías y cuan grande fue mi sorpresa que en una serie de videos en Youtube aparecía un tipo que había sido Testigo de Jehová y que había experimentado algo similar

Lo que mas me llamo la atención fue que cuando el describía sus emociones en el momento que estuvo muerto experimentaba los mismos sentimientos de odio, desprecio, menosprecio, desconsuelo. Es como si el infierno no estuviera fuera de uno, sino que estuviera dentro de uno

El verlo y escucharlo fue algo impactante

Llame a mis hijos para mostrárselo; cuando lo vieron. Ellos me quedaron mirando y me dijeron. "Papa a tu edad vas a empezar a creer en esas tonteras. Es solo para sacarte plata"
Repitieron una frase que era mía y que ahora usaron en mi contra:"Hay gente tonta en todas partes", pero además le agregaron "y se están metiendo en nuestra casa”

Una vez que terminaron guardaron silencio. Pero un silencio en el cual se ocultan muchas cosas que decir.

Al mirar a mi hija, vi en sus ojos algo que no había notado, pero que había estado hace mucho tiempo. Aunque reconozco que vi desolación, pero también vi un profundo dolor y desprecio hacia mi persona.

"Hija" le dije "podríamos conversar?"

Ella me contesto, en tono irónico "Papa, siempre voy a estar contigo, aun en los momentos difíciles"

"Hija por que usas ese tono?"

"Todavía preguntas. Sabes papa yo se porque tu bolso tenia sangre. Hace una semana yo también soné con un bolso pero cuando lo abrí tenia trozos de un pequeño bebe"

En ese momento ella comenzó a llorar desconsoladamente. Yo trate de abrazarla, pero ella reacciono empujándome y diciéndome que la soltara

"Sabes por que uno de tus bolsos estaba con sangra?" Me volvió a preguntar

"Esta con sangre porque a los 15 anos cuando yo quede embarazada tu me dijiste que ibas a estar conmigo aun en las decisiones difíciles y lo que hiciste me llevaste a un Clínica de Aborto y mataste a mi bebe" comenzó a gritármelo en la cara y agrego "la sangre que estaba en bolso es la de tu propio nieto viejo de mierda"

Tras de eso cerro la puerta y me dejo solo sin saber que decir.

Me puse de rodillas, comencé a llorar amargamente. El llanto se me entrecortaba.

Fue en ese momento en que levante mi voz al cielo por primera y le dije a Dios: "Dios si es que existes, ayúdame a recuperar a mi hija. Yo se que no merezco tu perdón ni el de ella, pero si existes ayúdame"

No hay mayor dolor que darse cuenta cuanto se ha dañado a quien se ama pensando que estaba haciendo un bien y uno hace todo lo contrario

"No se que cresta hacer"

Lo que mas impacto es que lo que vi en mi hija fue la misma sensación que tuve cuando estuve en lugar de densa oscuridad y que me atormentaba. Un odio y una rabia contra la vida indescriptibles

Parece que el infierno existe y comienza aquí en un corazón inundado por la amargura. Infierno que se hace mas intenso después de la muerte